lb. VARIANTE DEL CUENTO Nro 2
(J. Osterling, 1980, p. 201 )
San Agustín de Páriac
EL ENCANTO DE MANGO
Juan Morales. vecino de Pampas, estaba casado. A este señor su suegro lo trataba muy mal por tener bastante ganado vacuno.
Un buen día, no se sabe en qué tiempo sería, sus suegros al echar de menos unos animalitos. lo envían a que los busque llevando como provisión sólo escoria de queso y un poco de cancha. Llegado al sitio de Culcococha -otro puquial- se sentó a comer su ranchito y ahí estaba una Caposa.
Juan Morales lloraba al pensar cómo su suegra lo trataba tan mal. Al ver que sus alimentos eran disminuidos, insuficientes, siguió llorando y en eso oyó rugir un buey. Tomando su aguita se fue en búsqueda del buey que muqía.
¡Pobrecito Juan! No veía al buey pues el animalito había sido diminuto, chiquito, un buey de color barroso. . . torcía las ramas de las piriullas.
El torito siguió camino v el señor que quería chaparlo creyendo que era una cuñapa!
Cuando en eso se le presentó una señorita, una Caposa, bien arreglada, adornada, y le dijo: "ipor qué lloras don Juan Morales? iqué te pasa? tus animales están más arribita, ¿qué quieres?. . . si tus padres políticos y tu mujer no te tienen cariño o gratitud, vente conmigo".
El torito se había vuelto señorita. Ya no había torito, éste se convirtió en señorita y esta señorita le dijo a Juan Morales que mejor se quedara con ella. Conversarido con la señorita. por casualidad se le empañaron los ojos y. . . al volver a ver, se encontró en un palacio donde había grandes cosas. Estando en el palacio, se perdió como ocho días.
Ahí la señorita le preguntó qué era lo que deseaba y le rega!ó muchos utensilios y objetos de plata. Al salir del palacio, la señorita -que era una Caposale ordenó que nunca le contara a su mujer ni a ninguna persona dónde había estado y también le dijo ,que cuantas veces quisiera regresar al sitio, que venga no más.
La Caposa le regaló utensilios de pura plata. Al llegar a su casa, la esposa de Juan Morales, su maldita esposa, sospecha y divulga que Juan había traído cosas de plata pero. . . ¿de dónde? robando?
Además, en la última de las remesas que la Caposa le regaló a Juan, había una llamita que comía alfileres y defecaba cuartillos de plata. Esa fue la causa de la divulgación.
La esposa de Juan comenzó a preguntarle a su esposo, de dónde traes tanto? pura plata!, robando?. . . y, como consecuencia de la divulgación de su mujer, llegaron a apresarlo al pobre Juan. Como !a Caposa le había dicho que no hablara a nadie, Juan fue apresado pero su llamita quedó en la mesa de su. casa.
Juan fue conducido por las autoridades de Pampas a Lima en una mula aparejada, ya que en esa época no había carretera, todavía. Esto es triste ya que el pobre no declaraba. Llegó a Lima y ahí. sí declaró. Por eso lo devolvieron a Pampas con un piquete, con un escuadrón de caballería, para constatar la veracidad de las cosas.
Si lo que él decía era cierto o no. El escuadrón vino a Pampas con Juan Morales, rumbo al cerro Mango, al mismo sitio donde él había recibido las prendas de la Caposa. La Señorita, la Caposa, al ver a don Juan se presentó nuevamente y le invitó a pasar: pase don Juan". . . también invitó a pasar a su palacio toditos.
Entrando, cerro la puerta del palacio a toditos.
Entrando, cerró la puerta del palacio y hasta hoy, no se ve a nadie.
Esto es verdad.
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RECOPILACIÓN DE CUENTOS EN RELACIÓN CON LO SOBRENATURAL EN PAMPAS - LA FLORIDA (Escrita por Jorge Osterling )
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