Reseña histórica
La comunidad campesina Espíritu Santo de Chacayán se encuentra ubicada en
los contrafuertes andinos que se desprenden de la meseta del Bombón que dan
al Chaupihuaranga en la provincia Daniel Alcides Carrión, región Pasco, a unos
3,383 msnm. Limita por el Norte con la comunidad de Tápuc y Chanco, por el
Oeste con las comunidades de Mito, Vilcabamba, Cuchis y Patarayoc; por Oeste y
el Sur con Rancas, por el Este y Noreste con Santa Ana de Tusi y Goyllarisquizga.
Su extensión alcanza a 14,295 hectáreas (142.95 km2
), área que puede modificarse
al resolverse los conflictos limítrofes que tiene con las comunidades de Chango y
Santa Ana de Tusi .
La comunidad de Chacayán tiene una larga historia como todos los pueblos
de esta parte central de los Andes peruanos, según autores como Augusto Cardich, Hernán Amat y Marino Pacheco existen vestigios de poblamiento de esta
zona en el período Precerámico como las pictografías encontradas en las cuevas de
Altosmachay, Pucagaga y Contuyoc que tendrían una antigüedad de más de 4000
años a.C.
Para el Formativo, unos 2000 años a.C. también se han encontrado
yacimientos arqueológicos como los de Rayánpata, Altosmachay y Huántar. Durante el Horizonte Medio (600 a 1100 d.C.) se encuentran núcleos poblacionales
controlados por el Imperio Wari y entre 1100 y 1470 se establecieron en esta zona
los Yarovilcas, pueblo de filiación aymara que llegó desde el Altiplano y conquistó
estas tierras en las cuales impuso su cultura pastoril, bastante pobre y escasa, no
obstante pudo lograr el control vertical de los pisos ecológicos, practicar una agricultura de cereales como la quinua y el maíz, de tubérculos como la papa, la oca,
los ollucos y la maca, e igualmente impusieron su religión y mitología en torno a
Raco y Yanacolca que representaban a fenómenos meteorológicos como el trueno
y el rayo.
Este imperio Yarovilca se fragmentó y decayó quedando circunscrito
a las quebradas de Chaupihuaranga y Huariaca. En 1470 estas llactas o pueblos
fueron conquistados por el Inca Cápac Yupanqui y al igual que los Taramas y
Chinchaycochas se incorporaron al dominio Inca.
En este período (1470-1532), los Incas impusieron su organización económica, social y política, teniendo como eje al ayllu, introduciendo en la zona diversos mitmas sea con el propósito de control de la población y de enseñanza de
las nuevas prácticas incas en los distintos campos del quehacer humano desde la
producción hasta sus prácticas religiosas.
La conquista hispana fracturó profundamente el desarrollo autónomo de
estas poblaciones, que ante la presencia de las encomiendas, las haciendas y las
estancias, se vieron concentradas en lo que por disposición de Toledo (1568-
1581) se denominó «Reducciones de Indígenas» que significó para los naturales
el despojo de sus tierras, su disponibilidad para ir a trabajar gratuitamente en
las minas, los obrajes y otros centros de actividad económica hispana, claro está
con el manto religioso de la evangelización. Los historiadores ante la falta de
documentación relativa a la fundación de muchos pueblos andinos han creído
conveniente considerar a 1572 como el año de fundación de estos pueblos, de
los cuales no se registra la fecha de fundación española que se hiciera bajo la
advocación de un santo, una virgen o como en el caso que nos ocupa del Santísimo Señor del Espíritu Santo de Chacayán, y es probable que el nombre se
relacione con el curaca principal de este lugar. Según refiere Marino Pacheco en
su libro Pasco en la Colonia, para 1583 en la Doctrina de Tapo y Michivilca ya
existía una iglesia en cada uno de los pueblos de: Tapo, Tusi, Michivilca, Mito,
Chango y Vilcabamba, para esa época Chacayán estaba incorporado a Mito.
En
el mismo libro se menciona que en 1777 en Chacayán vivían 401 indios y 49
mestizos que sumaban 450 personas y en la hacienda Misca 10 indios y 4 mestizos ( Pacheco, 1992: 87). Durante la Colonia esta comunidad era el Común de
Indios habilitadora de mano de obra para las haciendas, las minas, los obrajes y
estancias; sus tierras fueron recortadas y para mantenerse en ellas tuvieron que
someterse a las composiciones de tierras ordenadas por la Corona española cada
vez que requería de más dinero de parte de los naturales, es así como pagan a la
Corona doscientos reales de oro por sus propias tierras cuya extensión alcanzaba
a 14,295 hectáreas.
Durante la República, Chacayán como todas las comunidades andinas fue
marginada a su suerte ante la presencia del latifundismo en la zona, su ascensión a
distrito el 13 de septiembre de 1825 por Bolívar y ratificado por Ramón Castilla
el 2 de enero de 1857 le dio mayor cobertura especialmente para relacionarse con
poblaciones importantes como Pasco, Huánuco y Yanahuanca, de ello refieren
viajeros como el cónsul inglés Alfred St. John que en 1896 presentara informes
sobre la riqueza minera de esta zona. Con la llegada de la Cerro de Pasco Corporation a sus terrenos de Goyllarisquizga en 1903 se inicia la penetración y despojo
de sus tierras durante el siglo XX; como comunidad de indígenas es reconocida
el 1 de febrero de 1929 durante el gobierno de Augusto B. Leguía, amparando la inalienabilidad, la inembargabilidad y la imprescriptibilidad de la propiedad sobre
sus tierras, en este período Chacayán formaba parte de la provincia de Pasco y del
departamento de Junín, hasta el 27 de noviembre de 1944, fecha en la cual se crea
el departamento de Pasco y su provincia Daniel A. Carrión de la cual en adelante
es uno de sus ocho distritos.
Se observa que en la ocupación del espacio urbano siguieron los principios
prehispánicos de carácter dual, esto es de la bipartición, lo cual explica la existencia de los barrios Alto y Bajo, en alusión al Hanan y Hurin que aún se observa
en la ciudadela prehispánica de Huántar, así como los otros barrios de Ichocán y
Allaucán que estarían señalando a los ubicados a la derecha e izquierda de la población, que con el devenir del tiempo hoy aparecen concentrados dos en el Barrio
Alto (Huanca e Ichocán) y los otros dos en el Barrio Bajo (Allaucán y Chaupis)
cada uno de ellos con sus respectivos caseríos en la zona alta, lo que demuestra
que la división que se da a nivel del pueblo, también se ve reflejada en el uso de los
terrenos de cultivo y los pastizales comunales.
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Chacayán, comunidad pasqueña,
su organización y tradición cultural
Bernardino Ramírez
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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